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Andy, el atleta nacional peruano. |
Un atleta con el mismo anhelo de la
infancia. <<Infancia es destino>>, escribió el psicoanalista
mexicano Santiago Ramírez, aludiendo la etapa humana como un rumbo del hombre
años después. ¿Existe la posibilidad de calcar tu sueño en la juventud? El
individuo más rápido del país empezó su deseo a los 10 años, motivado por su
profesor de Educación Física.
Ensueño que se hizo realidad luego de 7 primaveras, en donde Andy Martínez Chiroque participó de un campeonato sudamericano representando al país. A partir de entonces, su meta no tiene límites. Su preparación física, tampoco. Por eso, cada día de la semana su rutina de entrenamiento es más rígida, con la ayuda profesional requerida y con su propio esfuerzo para superar su récord nacional.
Ensueño que se hizo realidad luego de 7 primaveras, en donde Andy Martínez Chiroque participó de un campeonato sudamericano representando al país. A partir de entonces, su meta no tiene límites. Su preparación física, tampoco. Por eso, cada día de la semana su rutina de entrenamiento es más rígida, con la ayuda profesional requerida y con su propio esfuerzo para superar su récord nacional.
Con la misma
perseverancia de querer implantar su propia marca estatal le encontramos al
corredor esta tarde-noche en el estadio Luis Gálvez Chipoco, minutos antes de
la tertulia sobre su éxito deportivo. El
clima barranquino al atardecer es un poco favorable para una veintena de
jóvenes que comparten la pista atlética con el velocista. Muchachos que se
esfuerzan por seguir al pie de la letra las indicaciones de sus distintos
preparadores físicos. Ellos intercambian algunas ideas entre sí, tal vez
charlando algunos planes para el fin de semana o preguntándose quién es aquel
joven saludado por Andy (el atleta más
ligero del Perú). Con el enigma de aquellos deportistas empieza una pequeña
espera previa a la entrevista. En tal
espera se aprecia el esfuerzo que da el velocista, yendo y viniendo por la
pista a un cambio de ritmo constante como si estuviera en una competencia real.
Así como también es real la falta de luz en esta casi noche del recinto
deportivo. <<Que raro, ya deberían estar prendidos los reflectores>>,
me comenta un comensal que trataba de
saber el porqué de mi visita.
Aún los
reflectores no se encendían –mientras duró la entrevista, no hubo algún indicio
de algún empleado para encender tales luces, a pesar del reclamo de varios
gimnastas que optaron por jugar un encuentro futbolístico–, siendo ya de noche
y con el cielo nublado empieza el coloquio con el niño que soñó ser
protagonista en un circuito atlético y, hoy con 22 años me dice, que siente la
misma emoción de querer correr como si lo hiciera en su colegio. Pero ahora, desde otra perspectiva
representado a la nación en pos de algún premio.
Meta fronteriza
El ser
humano se reproduce por el amor de dos personas de diferentes sexos. La madre lleve
en su vientre (9 meses), el fruto de ese cariño. El padre se encarga de velar
por la salud de ambos, antes y durante el proceso de embarazo. Pero, ¿Qué pasa
cuando el papá de tal criatura se ausenta o ya no pertenece a este mundo
viviente? La mamá se convierte en padre y madre del pequeño indefenso. Es la ocurrencia contada por el mismo
deportista Andy, al cual le preguntó por aquel hombre y, él se limita a
contestar. Tal vez, algún misterio que no quiere revelar-se nota en su
fisonomía algo de incomodidad, una melancolía por la otra persona que le dio la
vida-. Vuelve al tema de su madre, como si ella estuviera presente en este
momento. Y me comenta: <<Solo con mi mamá me crie>>, el progenitor según
el velocista estuvo ausente en su infancia. En el Perú hay miles de historias
de procreadores que se alejan de sus familias sin dar motivos, el señor
Martínez es uno de ellos. <<Mi madre es como un papá para mí>>, Martínez
al hablar de su madre su rostro expresa: un cariño y respeto hacía uno de los
seres que le dio la vida. <<Mi
familia son mis más grandes motivos para lograr mis metas>>, la señora
Chiroque sin lugar a dudas, pero también su hermana Milagros que en paz
descanse- al comentar de ella una vez más la tristeza (la extraña) se apodera
de él, al mismo tiempo mira al cielo en señal de amor al individuo que ya no
está físicamente-.
La medalla
de Oro en el Sudamericano Sub 23 en Uruguay 2014, avalan el sacrificio de una
familia. El premio del Gran Prix fue algo anecdótico para él como persona. Se fortaleció
más física y moralmente ante los logros deportivos. Su marca juvenil de 10. 51
segundos es un récord nacional que varios deportistas desean imitar.
Los JuegosOlímpicos Río 2016 cada vez más cerca. Nuestros compatriotas (atletas) se
preparan para estar presentes en una de las competencias más sobresalientes del
mundo. Con la ayuda profesional Steven (el otro nombre del velocista), se
prepara para las pruebas hacia Río. Siguiendo las indicaciones de Luis Gala
<<trabajo constante>>, en el día a día de cada entrenamiento.
<<Quiero superar mi récord, para obtener un cupo a las Olimpiadas en el
vecino país>>, esfuerzo que se nota en cada ejercicio.
De la
Universidad al hogar. Del hogar al centro de entrenamiento, la misma rutina
hace el atleta de lunes a sábado. Como él mismo confiesa no es de aquellas
personas que se van de rumba los fines de semana con los amigos. Sino todo lo
contrario, ocupa ese tiempo para hacer los trabajos de la universidad y convive
con la familia en cosas cotidianas. <<Me cuido bastante>>,
sentencia Andy Martínez con un juicio de una persona responsable.
El atleta que
fue reconocido como el Mejor Deportista Masculino en el Gran Prix de Uruguay
del año pasado (2014) sigue con hambre de gloria. Pero, no deja de ser la persona
que se tomó la molestia de concederme quince minutos de diálogo. Un ser con los
valores que inculcó la madre: respeto, solidaridad, honestidad y
responsabilidad. <<Cada logro no solo es del deportista sino de las
personas que te rodean: el preparador físico, los amigos y la familia>>,
de ellos se siente agradecido Steven (antes y después de un éxito o sin él, sus
parientes siempre están allí).
El deseo más allá de la
realidad
Un
deportista no debe atenerse ante los éxitos. El mejor ejemplo de ello, es sin
duda alguna Usain Bolt, el primer atleta en ostentar los títulos mundiales de
los 100 y 200 metros tanto en el certamen mundial como en los Juegos Olímpicos.
Una preparación virtuosa del jamaiquino
para sostener tanto logro, aún con el paso de los años en competencia. Steven
anhela también sustentar las hazañas
deportivas que él va calcando con el fruto de su empeño. Tal vez medirse en una
prueba atlética ante Bolt. <<Quién no quisiera competir con los
grandes>>, me comenta Andy-su mirada refleja un aire de confianza en sí
mismo-.
En Jamaica a
muy temprana edad están corriendo, desde los 13 años ya compiten
profesionalmente. Mientras aquí en Perú el apoyo a otras disciplinas es escaza.
El velocista peruano tiene algo de sostén, pero no lo necesario. <<Debería
haber más infraestructura para entrenar
con más implementos de mejor tecnología>>, como dando una queja
concluye Martínez. Si en el Perú los gimnastas tuvieran más ayuda del gobierno,
las medallas llegarían por sí solas. <<En Jamaica el físico y la
velocidad es diferente a la nuestra>>, me termina por decir el velocista
más rápido de la república peruana.
Con la ayuda
del gobierno habrá menos historias en donde nos quiten las medallas ganadas en
cancha o pista. En el deporte individual o colectivo los que ganan lo
hacen con el más esmero afán para estar en el podio de ganadores de ciertos
eventos. Gladis Tejeda logró una proeza en Toronto 2015, solo que por la falta
de un especialista en sustancias para un mejor rendimiento, tomó una prohibida.
Ello conllevo a que le quitasen la medalla de oro (perdió su premio, Tejeda).
Steven no sabe mucho de este tema, pero si da su veredicto para su compatriota:
<<Uno como deportista tiene que informase qué toma antes de una
competencia, ella sabía lo que estaba bebiendo>>, no opinó más de Gladis
porque dice no conocerla. Juzgar a una persona sin conocerla no es el caso de
Andy.
La otra cara del talento
La educación
para un ciudadano es importante porque se vuelve un hombre culto ante la sociedad.
Sin embargo, son pocos los jóvenes que optan por estudiar una carrera
universitaria. Una educación genera una
población con mayores posibilidades de trabajo.
De las
escazas personas que deciden cultivarse, algunos trabajan o estudian a la vez. Sacrificio. ¿Se puede hacer tales
cosas al mismo tiempo? Es lo que hacen actualmente los individuos del Perú. No
solo lo vemos en personas sin alguna profesión, sino en deportistas de élite
que buscan la forma de continuar su rutina académica mediante una licenciatura.
Andy Martínez es uno de los atletas que luego de entrenar se dedica a sus
tareas de la universidad. El lugar donde se está formando es la U. Mayor de San
Marcos, cruzando el 6 ciclo de Administración de Negocios Internacionales.
Disciplina en clases y en el entrenamiento, abalan a un corredor con un futuro
prometedor.
El velocista
también es amante de la lectura, <<Me gusta leer, pero a veces no lo hago
por el poco tiempo que tengo>>. Steven en sus momentos de ocio, lee. Los
fines de semana descubre historias inverosímiles, pero interesantes a la
vez, sin descuidar la carrera ni la
preparación física. <<Me preocupo por ambos>>, nos cuenta el
gimnasta que no se abruma ante alguna distracción cotidiana. Tanto así, que
sentimentalmente no tiene una compañía de una dama (enamorada) a su lado.
Una prueba de resistencia
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https://www.rio2016.com/es/deportes |
Han pasado
alrededor de 10 minutos de entrevista y, los reflectores aún no se encendían. A
unos cuantos metros del lugar donde estábamos charlando, se escucha un grito de
gol. Eran los gimnastas que dejaron su rutina de entrenamiento, para jugar otro
deporte. El crepúsculo no hace presenciar los movimientos de la esfera.
A pesar de
la poca luz (solo la luz de la luna, un poco opacada por las nubes) algunos
atletas aún siguen en la pista atlética obedeciendo las instrucciones de su
instructor.
El atletismo
es un deporte que genera salud, por eso miles de habitantes del Perú y de otros
países compiten en algún evento
deportivo. Los running se apoderan de
las calles, hombres y mujeres sin importar la edad en una pugna en donde lo más
importante es: cruzar la meta. Cada año aumenta el número de participantes, por
ejemplo, en la última edición de Lima 42k fueron 17 mil los atletas en las diferentes
categorías. Cabe resaltar, que una deportista recocida ha ganado en varias
oportunidades, Inés Melchor es el ejemplo para la nueva generación de
corredores. Steven no es ajeno a estos acontecimientos por eso también comparte
su opinión: <<Cada vez más personas se dan cuenta de lo favorable que es
para su salud realizar este deporte, además de las grandes satisfacciones que
nos da, es realmente motivador>>.
El que la
lucha la consigue, <<Los jóvenes deben creer en lo que quieren, no dejen
de luchar por sus sueños, con esfuerzo, perseverancia, disciplina y la
bendición de Dios todo es posible>>, un consejo de Andy para los
adolescentes que les gusta el atletismo.
Esta pasión
nace en los colegios, cuando el profesor de física tomaba la prueba de resistencia.
Una prueba de rendimiento físico impuesta por el docente para obtener una nota
según el número de vueltas que da el alumno. Test de Cooper era tal prueba, en
donde sobresalía el colegial de mayor velocidad, el mismo de una digna nota. De
esta manera, tales calificaciones motivaron a los alumnos por este deporte. El
atletismo empezó a formar parte de la popularidad, hoy el aumento de las
inscripciones en los eventos son la prueba de ello.
El Test de
Cooper también lo utilizan los
deportistas de élite, Martínez lo hace de manera profesional: <<Este Test
siempre lo tomo en cuenta, desde la secundaria siempre lo hago>>.
El velocista
peruano al culminar la tertulia se despide con el reto de ir a las Olimpiadas
Río 2016, por eso seis veces a la semana le encuentras aquí en el estadio Luis Gálvez Chipoco con la misma consigna de
superar su propia marca nacional y, por qué no cumplir su sueño: competir con
el hombre más rápido del mundo, Usain Bolt.